miércoles, 10 de junio de 2015

Fisiología.

Crecimiento, desarrollo, semilla
La lechuga es un cultivo anual, con un ciclo de producción que oscila de 30 días en el semillero y de 60  a 75 días desde el trasplante hasta la cosecha, en función de los cultivares y de la estación del año.
Desde el punto de vista agronómico se pueden distinguir las siguientes fases:
-           Emergencia y crecimiento inicial.
-          Formación de una roseta.
-          Formación de un cogollo más o menos compacto (solo para los materiales que forman cabeza).
-           Alargamiento del tallo floral.
-           Reproducción o emisión de un tallo floral (en este estado no es posible su comercialización).
La acción de las altas temperaturas, constituye el factor más limitante en el cultivo de esta especie, provocando la floración prematura, germinación deficiente de la semilla, quemadura de los extremos de las hojas o “tip burn”, sabor amargo de sus hojas por aumento de látex y falta de compacidad en cultivares arrepollados.
-           La planta se hiela a -6 °c.
-           Detiene su desarrollo a temperaturas inferiores a 6°c y superiores a 30°c.

 Germinación

-           Temperatura mínima: 3°c a 5°c.
-           Optima: 15 º a 20 °c.
-           Máxima: 25 º a 30 °c.

 Crecimiento en almácigo
-          Día: 15°c.
-          Noche: 10°c.
Desarrollo óptimo en fase de crecimiento rápido
-           Día: 14°c a 18 °c.
-           Noche: 5º a 8 ºC

 En la formación de cabeza
-           Día: 10°c a 12°c.
-           Noche: 3°c a 5 °c.
Las temperaturas bajas y heladas de escasa magnitud no producen daños en las plantas pequeñas, pero en las que se encuentran en madurez comercial, las hojas externas y a veces las internas resultan dañadas, favoreciendo la entrada de enfermedades y la disminución de la calidad y el rendimiento comercial.
Las exigencias climáticas dependen de las variedades cultivadas, y de la interacción con otros factores climáticos.
Para conseguir un buen acogollado son necesarias temperaturas diurnas comprendidas entre 15°c y 20°c y nocturnas que varían entre 3°c y 8°c. La capacidad de formación de las cabezas es un carácter genético cuantitativo, es importante el equilibrio entre la luz y la temperatura, pues cuando menor es la luminosidad menor es la temperatura óptima para esta etapa. Cuando el fotoperiodo es largo y con fuerte iluminación, el acogollado puede favorecerse cuando las temperaturas rondan los 20 °c.
En síntesis, la lechuga desarrolla mejor en climas templados frescos, con promedios mensuales comprendidos entre 13°c y 18°c. La humedad relativa ambiente adecuada para el desarrollo está comprendida entre el 60% y 80%; la humedad excesiva favorece el desarrollo de enfermedades, principalmente cuando se cultiva en invernadero.


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